Programa "KiVa"

Hola!!!!

Comenzamos el mes que abre las puertas al verano. El curso escolar marca otra etapa de much@s estudiantes. Llega el periodo estival, descanso y recompensa por un curso de duro trabajo o la convivencia compartida entre piscina y libros para recuperar el curso en septiembre.

Por desgracia, cada vez son más los sucesos desagradables que se ven en los centros educativos durante el curso, acoso escolar o bullying, y cada vez son menos los recursos y ayuda que se da a los adolescentes que lo sufren. En la mayoría de las ocasiones no se quisiere asumir que "fulanit@" de mi instituto que sufre violencia verbal por parte de compañeros, simplemente se comporta de manera extraña y llamativa porque quiere "llamar la atención". Y así multitud de ejemplos pueden sufrir diariamente jóvenes sin que se tomen cartas en el asunto.

Hoy, se ha conocido públicamente un nuevo programa, de origen filandes, para acabar con el acoso escolar: KiVa ( nombre completo: Kiusaamista Vastaan). 

La implantación en los centros de este programa, no sólo consigue reducir el acoso escolar disminuyendo la angustia y depresión, sino también aumenta el bienestar escolar así como la motivación por estudiar.

A diferencia de otros métodos, que solo se centran en la víctima y el acosador, KiVa pretende cambiar las normas del grupo. Dentro del grupo están los otros, aquellas personas que no acosan, son observadores, testigos y que se ríen. A través de esa comunicación no verbal transmiten el mensaje de que lo que sucede es divertido o está bien, aunque tengan una opinión diferente. El error, intentar cambiar la actitud de la víctima, convenciéndola de que sea más extrovertida o menos tímida, sino influir en los testigos. Si se consigue que no participen en el acoso, eso hace cambiar la actitud del acosador. El objetivo es concienciar de lo importante de las acciones del grupo y empatizar, defender y apoyar a la víctima. 

El papel de mediadores (adultos o adolescentes) que en un primer momento actúen delimitando el problema, den apoyo emocional a las víctimas durante los episodios, así como concienciar a los acosadores de las consecuencias de sus actos y a los observadores, que hacen de refuerzo positivo para continuar con el acoso. 

A continuación, trabajar con las familias, ya que la mayoría de los jóvenes no expresan lo que les sucede y consideran el aislamiento la mejor solución. Así también con los profesores, para estudiar y trabajar lecciones de respeto y empatía en las aulas.